Este año, las vacas estuvieron flacas –menos que en otros años-, pero teníamos muchas cosas que hacer en casa, y eso implicaba también gastos, mejor dicho, inversiones. Así que, como buena ama de casa siempre en la búsqueda de lo mejor para la familia, encontré y conseguí unos cuponzotes, y la semana pasada hicimos una reservación para el Hotel Presidente Intercontinental.
Dicho hotel queda a escasas cuadras de mi casa, lo cual es muy chistoso, porque prácticamente podíamos haber ido y venido caminando, pero definitivamente una vacación es una vacación, así la pases en el patio, mientras se cumpla el requisito de relajación y diversión requerido.
El hotel está en remodelación, por lo que han estado publicando muchas promociones últimamente, y este fin de semana hubimos bastantes personas aprovechando este cupón.
Pero, en vez de echar tanto rollo, mejor les comparto imágenes de nuestra experiencia vacacional:
Con respecto a la comida y el ejercicio, ésto fue lo que pasó:
Como se pueden dar cuenta, a pesar de ser vacaciones no me excedí en las comidas, tanto en la cantidad como la calidad, estuvo moderado el asunto, y si tomamos en cuenta de que hice mucho ejercicio –en el gym, la alberca y estuve como media hora en el vapor y unos 40 minutos en el sauna (entre los 2 días), pues ese chili dog y ese pastelillo de anoche me van a hacer lo que el viento a Juárez.
Me retiro, mañana con mayores novedades, porque esto es solo el principio de un nuevo y excitante viaje…para mí.
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