Hoy fuimos a la Carrera Cartoon Network, y estuvo genial: muchos niños felices y muy buen ambiente.
Nos levantamos a duras penas, nos ayudó algo el cambio de horario, y pues, lo primero: el desayuno energético para correr con ganas:
Y llegamos con buen tiempo, las corredoras junto con la porra oficial:
Encontramos unos altares de muertos muy folklóricos, aunque en lo personal no soy fan de éstas ondas, como mexicana se me hace una tradición bonita, recordar a quienes se adelantaron con alegría, color y sabor: me encanta el pan de muerto, sobre todo si está relleno; como creyente, la muerte para mí no representa un terror a lo desconocido, sino una transición a un mejor momento: “un leve dormir y un eterno despertar”. Es para mí como la navidad: estoy consciente de que ni es la fecha correcta, de que el consumismo se ha apoderado del simbolismo, sin embargo, sí me gusta la idea de celebrar el cumpleaños de Cristo, es un buen momento para reflexionar y perdonar y sé que de no hacerlo en la fecha que lo hace la mayoría, no lo haríamos en ninguna otra fecha. Y los niños y yo disfrutamos el hacer y abrir regalos, y adornar el árbol, y todo el ambiente navideño, la cena, los olores en casa, la familia reunida: se me hace muy cruel pretender robárselos para tratar de ser “correctos” con las fechas (que según discovery o national geographic, no recuerdo bien cuál canal, sería el 17 de abril).
Y bueno, aún no comenzaba la carrera y empecé a sentir un muy agudo dolor en mi dedo gordo del pié izquierdo… me quité mi zapato, y noto un liquidito en la calceta: así es, mi dedo lastimado empezó a darme problemas; al parecer, voy a perder mi uñita 
y lo más horrible del caso, es que no será muy pronto 
Y cómo haré para soportar las carreras de 10, y de 30+ Ks que tengo delante???? 
Pero como las meras machas hice de tripas corazón y me lancé, rengueando, a la carrera, no sin antes disfrutar con mis nenes de los stands y actividades en el evento, en el que, muy al estilo “Madrazo”, cortamos a media carrera el camino para ir al “bañito”, así que perdimos un chorro de tiempo, pero pues ya una vez aprendiendo a avisar no es bueno quitarles las ganas de ir al WC… y regresamos a donde nos habíamos quedado para terminar la carrera como Dios manda. De hecho, cuando yo estaba embarazada y tenía 7+ meses de embarazo y corrí el 10K Human Race el año pasado, llegué también al “bañito” en los 2 Starbucks de Vasconcelos y la Calzada 
Y pues para rematar el día, pasamos primero a gorrear la comida a casa de mis papás, donde como estaban los primos, los niños pasaron una tarde de mucho juego y sonrisillas (de nuevo los cupcakes fueron un gran éxito entre las masas…y vaya que hay masas ahí! ) y de ahí nos lanzamos al concurso de disfraces de City Club, donde aunque no ganamos, al menos recibimos dulces, que ambos niños remataron en el camino a casa: nucitas, palomitas, jugo, y chocolates.
Regresando les llené sus bolsitas con variedad de dulces, golosinas, galletas y hasta gerbers, para no quitarle la ilusión de recibir sus dulcitos hoy, y ya en casa de los vecinos de a lado les dieron unas paletillas, y una señora vino a darles chocolates, y a dormir bien temprano, porque los 2 estuvieron bien agotados con tantas actividades.
Y todas, TODAS, éstas actividades las hice con el dolor agudísimo de mi dedito gordito de mi piecito izquierdo, pero no quise ceder al dolor cuando los güercos estaban gozando tanto en Fundidora, con los primos, en City Club… hubo ratos en que tuve que caminar descalza para no sentir más presión en el pié, y ahorita estoy casi llorando, y muy cansada, pero cuando los pequeños reían y comían dulces, no podía más que disfrutar ésos pequeños momentos que hacen que en medio de tantas penas y violencia, el mundo sea aún un lugar bello para vivir.
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