Y que me despiertan en la mañana para decirme: “que los cupcakes del sábado…necesito el doble… y de casualidad no pueden estar hoy a mediodía?” 
Lonoooooooooooool !!!!!!!!!! 
Pues ni modo, a empezar temprano el fin de semana. Y fue así como la niña chef y yo nos pusimos a trabajar, un poco de harina por aquí, un poco de mantequilla por allá, unas oreos por aquí… afortunadamente teníamos avanzado un poco de trabajo, porque entre semana comenzamos a hacer las etiquetas y los wrappers y orejitas para los mostros, así que dentro de lo malo, lo menos peor.
Aquí pueden ver el trabajo detrás de una “simple” caja de cupcakes de San Valentín:
Usando mis artilugios para elaborar wrappers y etiquetas para personalizar las cajas:
Los marcianos tomando un break:
Haciendo y guardando el fondant:
Acomodando los primeros cupcakes del fin de semana del amor:
Etiquetando:
Nuevos diseños de última hora, luego ya ven que las ideas de emergencia salen hasta mejor que las originales, me ha pasado infinidad de veces:
Y aquí está el “mostro espeluznante” que diseñó la niña chef especialmente para su papá:
Ahora sí, todos júntense, que vamos a tomarles una foto, digan “cheese whiiiiiizzzzz”:
Y finalmente, así salieron los segundos diseños y yo acabé bien tarde y cansada, nada que no se pueda arreglar con una buena y merecida cena con una sol cero al tiempo, jajaja 
Menos mal que estamos como a –1
Y ok, por éste día fue todo, mañana sigue la continuación de un fin de semana agitado, productivo y creativo. And that’s the way the cupcake crumbles! So loooooong!
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