No llores por mi, Argentinaaaaaaaaaa…. Estamos viajando de polo a polo, y como pudieron darse cuenta con el título, llegó el turno a un país del continente americano, la siempre orgullosa Argentina.
¡Cuánta variedad de riquezas, de paisajes y de culturas pueden encontrarse en ésta esquinita del mundo! Pero iré a lo que me interesa, en éste caso, el lunch time.
Las empanadas son a Argentina lo que los tacos son a México: puedes envolver cualquier cosa, y llamarlo un éxito.
Y déjame que te diga que preparar este tipo de lunch, con éste toquecito sudamericano es muy sencillo, ya que podemos hallar restaurantes y fondas tipo argentino en bastantes lugares en México, e incluso tiendas de autoservicio tienen empanadas con distintos guisados, muy mexicanizadas algunos, a precios bastante accesibles, y puedes ahorrarte todos los pasos de amasar y preparar los rellenos si las compras ya hechas. Yo tomé un pequeño atajo al comprar los discos de masita para empanada, así que sólo tuve que preparar el relleno, que puede ser de lo que tengas a la mano, lo que te guste o lo que te sobró, no necesariamente necesitas lucirte en buscar recetas y comprar ingredientes muy especiales.
Yo hice una especie de fajitas de pollo con unos boneless que me habían sobrado de la cena, y con eso rellené mis discos. Las empanadas pueden freírse u hornearse, yo las horneé en mi pizza maker, y quedaron muy bien, en solo 10 minutos, y el doradito que agarran es debido a un barniz de huevo con un poco de agua.
Para acompañar éstas empanadas obviamente es necesario una salsita de chimichurri. Yo la conseguí a sólo $10 pesos con 4 onzas, suficiente para servir éstos lonches, pero puedes hacerla con perejil y otras especies -hay muchas recetas en línea-, o comprarla en alguna tienda de autoservicio, en la sección de importados, o de salsas.
Para equilibrar y aligerar éste plato, un poco de ensalada verde, y como postre puse durazno -que es un fruto bien delicioso y característico de la zona, y ate de membrillo, el mexicano, pero para fines ilustrativos funciona igual.
Lo que más me encantó de éste lunch es que así completito puede comerse en cualquier lugar y a cualquier hora: usando rellenos no tan pesados como pechuga de pollo o jamón y queso fresco o vegetales, puede funcionar como un almuerzo, o con guisos más versátiles, como atún, chicharrón o camarón, hacen una excelente comida a mediodía, o incluso, con carnita o trompo, pueden ser una buena cenita, y NO NECESITAN RECALENTARSE! *baila la danza del mandrilo*
La fruta, la ensalada, las empanadas y el postre, todo funciona perfecto a temperatura ambiente, y en cualquier estación del año.
Un postre bien característico argentino, que no incluí porque le di preferencia al ate de membrillo, son los alfajores rellenos de dulce de leche… de hecho, cualquier tipo de alfajor con cualquier relleno, o cualquier postre untado con dulce de leche pasa por argentino. Eso leí. No me consta. Pero suena de-li-cio-so!
Amiguitos, si me leen desde Argentina, por favor compartan en los comentarios qué ponen ustedes de lunch, cuáles son sus postres favoritos, y de qué prefieren las empanadas… Me retiro a prepararme para mañana, porque nuevamente brincamos a otro polo del planeta… no se lo pierdan, es un país bien divertido. ¡Buen Provecho!
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